Mientras el madridismo tiene como objetivo desde hace ya algunas campañas alcanzar la décima, uno de sus mayores símbolos, sino el más grande de los últimos treinta años, acaba de conseguir el que es el octavo campeonato nacional de su carrera (la suma de las seis ligas que consiguió con el Real Madrid, la Copa de Alemania que conquistó en el Schalke y el último triunfo con el Al-Sadd).
Raúl ha sido siempre un jugador especial, no por su técnica, ni por su velocidad, ni por su potencia, pero sí por lo que ha sido siempre capaz de transmitir, por su entrega y por su manera de entender y amar nuestro deporte. Se trata, tal vez, del jugador que mejor rendimiento ha sabido sacar a sus cualidades e incluso a sus limitaciones. Como explicar sino, que un jugador que es sobresaliente en pocas cosas (aunque notable en la mayoría) haya podido llegar a conseguir los éxitos que está consiguiendo. Hasta tal punto se trata de un futbolista diferente, que ha sido debate nacional, incluso en las altas esferas de nuestro país, y es que el ‘Raúlismo’ ha llenado portadas, estadios, cánticos y protestas.
Echando la vista atrás, cuando el fútbol no estaba copado por los dos gigantes españoles, cuando existían alternativas a la hegemonía blanca y blaugrana, cuando no había dos auténticos ‘animales’ del balón que pulverizaban records por semana. Era entonces, cuando un chaval de San Cristóbal de los Ángeles empezaba a despuntar. Con solo 17 años, Jorge Valdano le hacía debutar en primera división, en la Romareda contra el Zaragoza. Desde aquél día en el que falló multitud de ocasiones, pero en el que dejó buena muestra de la personalidad y el talento que aquél adolescente atesoraba, hasta hoy, un padre de familia con 35 años de edad, ha ido dejando huella en esto del fútbol. En esto del balón, el ‘7’ está de vuelta de todo, ya nada le pilla de nuevas, pero es insaciable y eso le hace tan especial.
No entraremos en polémicas, aquellas en las que España estaba dividida entre la continuidad de un ‘viejo rockero’, no debemos olvidar que fue el primer jugador de campo en alcanzar el centenar de partidos con España, o dar aire nuevo a la selección. Comentamos esto para destacar su papel en toda aquella historia, y es que a favor de corriente y pudiendo aprovechar la fuerza de las masas que pedían su re-convocatoria a la selección nacional, Raúl siempre se mantuvo en un segundo plano, jamás hizo una declaración polémica, respetando siempre la decisión de un seleccionador que nunca más contaría con él. Esto le ha privado de vivir y protagonizar la etapa más exitosa de nuestra historia, e incluso, como ha dicho quien fue ‘El gran capitán’ a vivirlo con envidia sana.
Hace algunos días, Raúl volvía a ser noticia. El Schalke le volvería a rendir homenaje, y es que en solo dos años que el ‘7’ estuvo en Alemania se ganó el corazón de los de Gelsenkirchen, hasta tal punto que su dorsal fue retirado. Se ganó el apodo de ‘Señor Raúl’ y siendo sinceros, fue un señor hasta el final, renunciando a la renovación que insistentemente le ofrecían en el Schalke, dando por cerrada una preciosa etapa en su carrera. El agradecimiento de los alemanes a dos temporadas de entrega contrasta con la despedida de la casa blanca, de la que es símbolo. Pero ese es otro tema, cada cual que saque sus conclusiones y a quien le corresponda que haga su examen de conciencia para ver si aquella fue la manera ideal de despedir la historia de un club como el Real Madrid.
Ahora Raúl celebra en el Al Sadd su enésimo título, seguramente de los últimos, pero el hambre de victoria de este gladiador no tiene fin. Todo el mundo habla maravillas de él. Guardiola ha llegado a decir que: “Raúl es el mejor jugador de la historia de España”, a nivel internacional toda una leyenda de balón como fue Franz Beckenbauer, al poco de su llegada al club de Gelsenkirchen, llegó a dedicarle estas emotivas palabras: “Raúl es excepcional. Todo club necesita un jugador como él. La Bundesliga necesita jugadores así”. Tal vez sea por la distancia, o su marcha a una liga menor, pero es cierto que este año, una vez más, Raúl ha hecho una temporada brillante. Poniendo el broche, con este campeonato con el que engrosa un envidiable palmarés, tan solo a la altura de elegidos. Tratandose del incombustible capitán seguramente esto no acabe aquí, a estas alturas ya deberíamos saberlo todos. Se trata de Raúl, el ‘7’ eterno.





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