Demasiadas luces y muchas más sombras. La cabeza y su papel vital en esto del deporte. Y es que a
penas cumplía 17 primaveras, cuando este jugador francés con orígenes
congoleños hacía su debut en Ligue1. El Stade Rennais, equipo donde M’Vila demostraría todas sus virtudes, muchas, y todos sus
defectos, muchos, sería el club de los amores de Yann, pero también el club que vivió su otra cara, la otra cara del deporte. Las sombras.
Una
carrera tan veloz como controvertida, considerado la ‘muralla’ del
fútbol galo, internacional precoz con la selección absoluta y objeto de
deseo por los grandes clubes europeos, Yann M’Vila decidió
‘abandonar’ sus dotes futbolísticas y copar portadas y noticias por sus
salidas de tono, salidas nocturnas, castigos por parte de su club, de su
federación y finalmente, abandonar por la puerta de atrás el club donde creció.
Era
‘El nuevo Vieira’, como le gustaba a la prensa llamarle, o
‘El chico de oro’,
como pronto se dijo del medio. Yann Comenzó un rápido ascenso en el seno del
fútbol francés. 36 partidos como titular en la campaña 09/10, números
impresionantes para un joven que prácticamente acababa de llegar.
Volante derecho, pivote defensivo de buen manejo del cuero, forma física
envidiable y control de la medular como pocos. La siguiente temporada,
la 10/11, formó parte del once ideal de la Ligue1, quizás uno de los
mejores jugadores de la misma, de nuevo, números de nivel y más 40 partidos. Ya en su último año en Rennes, ese donde alcanzó la
madurez futbolística, y digo futbolísticas porque Yann es padre desde
prácticamente su mayoría de edad, lo dicho, precoz. Fue en la temporada 11/12 en la que el centrocampista jugó un fútbol exquisito, titular en
practicamente todos los encuentros de su club, buen papel en Europa
League, copa francesa. Lo dicho, un salto grande, de juvenil a la élite,
¿quizás demasiado… rápido?
Desde
entonces y tras la Eurocopa del mismo verano, donde por causa de una lesión
apenas tuvo minutos, su carrera comenzó un descenso en picado sin
prácticamente haber alcanzado un puerto de primer nivel. El ruido de
ricos europeos, clubes históricos, fama y demás aspectos extradeportivos que a cualquiera
puede volverle loco, hizo un flaco favor al futuro pulmón del fútbol
galo. De alabado por Zidane a castigado sin vestir la camiseta de su
selección. Parece que Yann M’Vila no ha sabido mantenerse, pero quizás es que nunca supo llegar.

Acusado
de agresiones, entre otros sucesos, a una menor, fuera de los campos es un
mar de dudas. Su incapacidad de controlarse le ha hecho perder la
oportunidad de seguir progresando, e incluso fue castigado sin vestir la zamarra
gala. Todo sucedió tras un grave altercado con la selección Sub’21,
donde a tres días de un crucial duelo en Noruega (perderían por cinco
goles a tres quedando apeados del europeo), el medio, entre otros
jóvenes valores franceses, decidía abandonar la concentración para
disfrutar de la noche parisina, muchos rumores, muchas noticias y
ninguna positiva. De nuestro hombre se ha llegado a decir que tiene un
problema de inteligencia, que ha traicionado el fútbol francés (palabras
de Jean-Michel Larqué), el director deportivo del Stade comentó que era
intolerable, que no lo dejarán pasar y que el daño que les había hecho
era demasiado. La prensa francesa ejercía presión para que M’Vila fuese
apartado de por vida del combinado nacional…
Estos
acontecimientos curiosos a la par de abundantes en el fútbol galo, y que siempre
salen llegar tras una debacle deportiva, véase la Francia de Anelka tras el
mundial de Sudáfrica, han hecho que Yann M’Vila pasase de ser el jugador
deseado por Arsenal, Real Madrid, F.C Barcelona, Tottenham o Manchester
United, al capricho de magnates como el del Anzhi o de clubes humildes
ingleses como Fulham o el QPR, donde estuvo muy cerca de firmar.
Finalmente sería el frío ruso quien lo difrutaría. El Rubin Kazan se hizo
con los servicios del galo pagando unos 12 millones de euros.
Sin más ruido que su simple llegada a Kazan, Yann volvió a decir adiós, esta vez M'Vila probaría suerte en un histórico europeo. El Inter de Walter Mazzarri llamó a su puerta, ante sí tenía dos peleas que vencer, su vuelta al fútbol de élite y lidiar con su pasado, con ese pasado a borrar para escribir el futuro,
el de volver a ser el jugador que copaba portadas por su juego, por sus
dotes futbolísticas, que son muchas. El Calcio parecía acorde a sus características, Italia le dio otra oportunidad que dejaría de nuevo escapar. M´Vila no deja que las sombras dejen hueco a la luz. Próxima parada, Sunderland, ¿Yann de vuelta vía Premier? Nadie se moja.
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