"Resistieron a desistir en el intento. Año tras año lucharon y lucharon, pero el destino les llevó al selecto club de la injusticia."
(Álex Honrubia)
El fútbol no es justo. Incluso me atrevería a decir que no concibo deporte más injusto que éste. Un resbalón, un fallo en el pase, en el control o una simple carrera o salto donde el rival te supera puede hacerte perder un trofeo justo y cuando casi lo tocabas con los dedos. Es triste, pero han sido muchos los futbolistas que por causas del destino tocaron el cielo pero nunca llegaron a conseguir la más y pura felicidad de levantar la caprichosa 'orejona'.
Resistieron a desistir en el intento. Año tras año jugaron y lucharon, pero el destino quiso que no disfrutaran de esa felicidad. Son la otra cara de la moneda que queda casi siempre en olvido. Les tocó sentir la amargura y tristeza y no la alegría de ganar la Copa Europa o la actualmente denominada Champions League.
Algunos no la consiguieron por ser fieles a un club como ‘le god’ Le Tiesser, otros simplemente no tuvieron suerte o llegaron tarde y/o al club equivocado. Maradona, Nedved, Ronaldo, genios sin Champions, Bergkamp, Juninho, Bebeto o Zico. Se me ocurren tantos y tantos ídolos que nunca consiguieron culminar su palmarés con una Copa de Europa. Kubala, Roberto Baggio, Thuram... en fin, leyendas del selecto club de la injusticia. La más pura y dura injusticia, la que les truncó el sueño, la que les dejó sin el reino europeo.
Resistieron a desistir en el intento. Año tras año jugaron y lucharon, pero el destino quiso que no disfrutaran de esa felicidad. Son la otra cara de la moneda que queda casi siempre en olvido. Les tocó sentir la amargura y tristeza y no la alegría de ganar la Copa Europa o la actualmente denominada Champions League.
Algunos no la consiguieron por ser fieles a un club como ‘le god’ Le Tiesser, otros simplemente no tuvieron suerte o llegaron tarde y/o al club equivocado. Maradona, Nedved, Ronaldo, genios sin Champions, Bergkamp, Juninho, Bebeto o Zico. Se me ocurren tantos y tantos ídolos que nunca consiguieron culminar su palmarés con una Copa de Europa. Kubala, Roberto Baggio, Thuram... en fin, leyendas del selecto club de la injusticia. La más pura y dura injusticia, la que les truncó el sueño, la que les dejó sin el reino europeo.
"Tendrán Copas del Mundo, Balones de Oro y quilates y quilates de fútbol, pero se les resistió el tesoro del viejo Continente."
(Sergio M.Potenciano)
La Champions League empieza a cerrar el telón que se abrió allá por el mes de agosto. Solo puede quedar uno, un Rey a batir, ese a quien doblegar para robarle el cetro. Entre los candidatos y con el brazalete de capitán, Buffon, el veterano guardameta de la Juventus cuenta en su envidiable palmarés con un campeonato del Mundo, el de Alemania en 2006. El destino le tiene a un paso de Berlín, de nuevo a un escalón de tierras germanas, de esa Champions League que se le resiste.
La orejona nos ha dejado a muchas leyendas de este deporte sin conocer el gusto que deja levantarla, sin saborear el dulce europeo. Desde Di Stéfano a Eusebio, Best, Fachetti, Tardelli, Weah, Van Basten, Messi, Ronaldinho, Cruyff, Papin, Platini, Beckembauer o Cristiano Ronaldo, todos ellos grandes estrellas que antes, más o menos veces, han dejado su sello en la ya extinta Copa de Europa. Un preciado bien del que muchos tendrán el honor de poder contar que ellos, ellos y no otros muchos gigantes del balón la llevaron a las vitrinas de sus clubes.
Mitos que pasarán a la historia pero nunca la tendrán. Schuster o Tigana, Bergkamp, Fontaine, Zoff, Hagi o el mismo Buffon e Ibrahimovic que todavía sueñan con ella. Héroes sudamericanos que llegaron a Europa y no lograron el reinado, Ruggeri, Passarella, Zico, Bebeto, Mauro Silva, Romario, Francescoli, Batistuta, Teófilo Cubillas, Hugo Sánchez o Asprilla entre otros, leyendas del continente negro como Okocha y Roger Milla o Nakata y Nakamura desde tierras asiáticas. Copas del Mundo, Balones de Oro, quilates y quilates de fútbol, pero se les resistió el tesoro del viejo Continente, la Copa de Europa.
La orejona nos ha dejado a muchas leyendas de este deporte sin conocer el gusto que deja levantarla, sin saborear el dulce europeo. Desde Di Stéfano a Eusebio, Best, Fachetti, Tardelli, Weah, Van Basten, Messi, Ronaldinho, Cruyff, Papin, Platini, Beckembauer o Cristiano Ronaldo, todos ellos grandes estrellas que antes, más o menos veces, han dejado su sello en la ya extinta Copa de Europa. Un preciado bien del que muchos tendrán el honor de poder contar que ellos, ellos y no otros muchos gigantes del balón la llevaron a las vitrinas de sus clubes.
Mitos que pasarán a la historia pero nunca la tendrán. Schuster o Tigana, Bergkamp, Fontaine, Zoff, Hagi o el mismo Buffon e Ibrahimovic que todavía sueñan con ella. Héroes sudamericanos que llegaron a Europa y no lograron el reinado, Ruggeri, Passarella, Zico, Bebeto, Mauro Silva, Romario, Francescoli, Batistuta, Teófilo Cubillas, Hugo Sánchez o Asprilla entre otros, leyendas del continente negro como Okocha y Roger Milla o Nakata y Nakamura desde tierras asiáticas. Copas del Mundo, Balones de Oro, quilates y quilates de fútbol, pero se les resistió el tesoro del viejo Continente, la Copa de Europa.
"Nadie vio a todos los futbolistas que en algún momento escribieron la historia de este maravilloso deporte. Es imposible e injusto comparar jugadores de épocas diferentes"
(Nico Rein)
Hay una pregunta que ronda la cabeza de millones de personas en el mundo, como millones son las horas que se han dedicado, con mayor o menos rigor, a dilucidar qué futbolistas compondrían el mejor once de la historia del fútbol. Principalmente encontramos tres inconvenientes para alcanzar tal objetivo (y eso suponiendo que existe la objetividad total, aspecto con el que discrepo): nadie vio a todos los futbolistas que en algún momento escribieron la historia de este maravilloso deporte; es imposible e injusto comparar a futbolistas de diferentes épocas; y, por último, no se puede situar a los futbolistas en activo en tales clasificaciones, pues no estaríamos ante un análisis completo del jugador.
Aparte de todos estos conceptos racionales y casi científicos, el buen futbolero siempre se preguntó por esta cuestión, son incontables las hojas arrancadas de cuadernos que deben pulular por colegios, universidades, oficinas, casas y demás lugares públicos con millones de onces diferentes, cada uno igual de respetable que el anterior. Y si esto ya es complicado de realizar y el consenso es prácticamente nulo, un servidor ha intentado elaborar el mejor de la historia con futbolistas que nunca ganaron la Liga de Campeones, es decir, doblemente complicado. Leyendas del fútbol que nunca redondearon su carrera.
Dediqué unas cuantas horas a elaborar una lista ordenada cronológicamente para mi equipo, fueron muchos y muy buenos: Imre Schlosser, Matthias Sindelar, Zamora, Luis Monti, Gunnar Nordahl, Schiaffino, Fontaine, Giuseppe Meazza, Dino Zoff, Oleg Blokhin, Gigi Riva, Allan Simonsen, Passarella, Mario Kempes, Netzer, Hagi, Francescoli, Teófilo Cubillas, Asprilla, Tigana, Schuster, Collin Bell, Stielike, Okocha, Klinsmann, Romario, Brehme, Alan Shearer, Bergkamp, Ruggeri, Valerón, Thuram, Bebeto, Baggio, Batistuta o Ruud Van Nistelrooy. Había más.
Ellos se quedaron fuera tras un larguísimo debate interior. De unos leí, de otros vi vídeos y partidos y a muchos, por suerte, los pude disfrutar. No incluí futbolistas en activo con el fin de no tener que modificar mi lista en los próximos años. Y, finalmente –perdón por la espera- éste es mi once histórico de los futbolistas que nunca ganaron la Liga de Campeones.
Zlatan Ibrahimovic, el punta sueco que se autodenomina “Dios”, el mismo que sigue estando gafado con el título de campeón de Europa. Ha jugado en cuatro clubes que han ganado la orejona, en los cuatro ha sido protagonista y con ninguno de los cuatro levantó al cielo el trofeo. Zlatan es un futbolista gafado, dejó el Inter de Milán en 2009 para enrolarse al campeón de Europa de ese mismo año, el FC Barcelona. Sin embargo el destino quiso que nueve meses después, el los de Milán levantaran el título por primera vez en 45 años. Al año siguiente la misma historia, se fue del Barça por la puerta de atrás, fichó por el Milán y al final de curso sus ex compañeros le mandaban fotos levantando la Champions en Wembley.
Los otros dos casos son bastante semejantes. Falcao y Van Persie comparten el título de “negados” de Europa. La historia de Radamel pasará a la eternidad por 'querer evitar' jugar la Liga de Campeones, mientras que la de Van Persie... la del holandés, ese jugador acomodado en los Octavos de final.
Aparte de todos estos conceptos racionales y casi científicos, el buen futbolero siempre se preguntó por esta cuestión, son incontables las hojas arrancadas de cuadernos que deben pulular por colegios, universidades, oficinas, casas y demás lugares públicos con millones de onces diferentes, cada uno igual de respetable que el anterior. Y si esto ya es complicado de realizar y el consenso es prácticamente nulo, un servidor ha intentado elaborar el mejor de la historia con futbolistas que nunca ganaron la Liga de Campeones, es decir, doblemente complicado. Leyendas del fútbol que nunca redondearon su carrera.
Dediqué unas cuantas horas a elaborar una lista ordenada cronológicamente para mi equipo, fueron muchos y muy buenos: Imre Schlosser, Matthias Sindelar, Zamora, Luis Monti, Gunnar Nordahl, Schiaffino, Fontaine, Giuseppe Meazza, Dino Zoff, Oleg Blokhin, Gigi Riva, Allan Simonsen, Passarella, Mario Kempes, Netzer, Hagi, Francescoli, Teófilo Cubillas, Asprilla, Tigana, Schuster, Collin Bell, Stielike, Okocha, Klinsmann, Romario, Brehme, Alan Shearer, Bergkamp, Ruggeri, Valerón, Thuram, Bebeto, Baggio, Batistuta o Ruud Van Nistelrooy. Había más.
Ellos se quedaron fuera tras un larguísimo debate interior. De unos leí, de otros vi vídeos y partidos y a muchos, por suerte, los pude disfrutar. No incluí futbolistas en activo con el fin de no tener que modificar mi lista en los próximos años. Y, finalmente –perdón por la espera- éste es mi once histórico de los futbolistas que nunca ganaron la Liga de Campeones.
"Zlatan Ibrahimovic, ese punta sueco que se autodenomina Dios es el mismo que sigue gafado con el título de campeón de Europa"
(Miguel Ángel Ríos)
Cuentan las malas lenguas que la carrera deportiva de un futbolista ha sido exitosa cuando se consigue ganar un Mundial o una Champions League. Muchos futbolistas han pasado a la historia por lograr regates imposibles, marcar goles en el último minuto, ser elegido alguna vez como mejor jugador del Mundo... Varios de nuestros protagonistas han conseguido estos 'títulos' en algún momento de sus carreras deportivas, pero lo único que no pueden decir de momento es que han ganado la Champions League. Van Persie, Ibrahimovic o Falcao, tres de los mejores delanteros de la última década, y los tres al borde del retiro profesional y los tres lejos de conquistar el título más importante para un jugador, la Champions League.Zlatan Ibrahimovic, el punta sueco que se autodenomina “Dios”, el mismo que sigue estando gafado con el título de campeón de Europa. Ha jugado en cuatro clubes que han ganado la orejona, en los cuatro ha sido protagonista y con ninguno de los cuatro levantó al cielo el trofeo. Zlatan es un futbolista gafado, dejó el Inter de Milán en 2009 para enrolarse al campeón de Europa de ese mismo año, el FC Barcelona. Sin embargo el destino quiso que nueve meses después, el los de Milán levantaran el título por primera vez en 45 años. Al año siguiente la misma historia, se fue del Barça por la puerta de atrás, fichó por el Milán y al final de curso sus ex compañeros le mandaban fotos levantando la Champions en Wembley.
Los otros dos casos son bastante semejantes. Falcao y Van Persie comparten el título de “negados” de Europa. La historia de Radamel pasará a la eternidad por 'querer evitar' jugar la Liga de Campeones, mientras que la de Van Persie... la del holandés, ese jugador acomodado en los Octavos de final.
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