Siempre hubo jugadores polivalentes, multiusos, capaces de adaptarse a varias posiciones si la ocasión lo requería, profesionales con un papel primordial en toda plantilla, hombres de club claves en los éxitos de sus equipos. Pero nuestras líneas no van dedicadas a ellos, hoy queremos hablares de aquellos que supieron cambiar, un cambio a la postre clave para convertirse o reafirmarse como estrellas. Casos como los de Matthaüs, los holandeses Gullit y Rijkaard o Matthias Sammer y Fernando Hierro. Todos leyenda, magníficos ejemplos de grandes carreras marcadas por un cambio posicional, adaptación de roles con un solo resultado: El éxito.
Fue a principios de esta temporada cuando Guardiola nos sorprendía
utilizando a Lahm en el medio del campo, el capitán alemán no solo cumplió en esa
posición sino que se ha convertido en uno de los centrocampistas más destacado de esta Bundesliga. Para el jugador no era su primera transformación en cuanto a posición se refiere, el teutón ya había demostrado su polivalencia en ambos laterales,
pero su gran rendimiento en una ubicación tan distinta, me hizo pensar en otros
que con un 'simple' ajuste táctico, llegaron a alcanzar su plenitud como futbolistas.
No me tuve que ir muy lejos para encontrar el primer
ejemplo, ya que en el mismo vestuario nos encontramos con Bastian Schweinsteiger,
al que Van Gaal cambió de la banda al mediocampo, el resultado a la vista, de ser
un buen extremo a convertirse en el pilar tanto del Bayern como de la “Mannschaft” en la organización del juego.
Desde la mediapunta o como segundo delantero empezó su
carrera otro director de orquesta, el maestro Andrea Pirlo, quien pasó su juventud
como un talentoso trequartista en el Inter o Brescia, hasta convertirse en el arquitecto por derecho del juego italiano, el regista que dirigía
la manija del ultimo gran Milan, la actual Juve o la selección transalpina con la que se
convirtió en campeón del Mundo.
Ya en España, nos encontramos con varios casos. Los primeros
que habría que citar son dos centrales que van camino de, sino lo son ya, convertirse en leyendas, uno culé y otro merengue, pero con muchas similitudes
pese a sus distintas características de juego. Puyol y Ramos. Ambos empezaron
y pasaron sus primeros años en la élite como laterales, para con el paso de los cursos liderar la defensa desde la parte central, llegando a ser
referencias absolutas en esta posición.
El culé, al que por cierto también hizo debutar Van Gaal y
del que tendríamos que hablar un día por su habilidad para sacar a nuevos
talentos, pasó al lateral desde sus inicios como extremo en La Masía, así fue como debutó con el primer equipo. Un partido que Figo nunca olvidará. Con el paso de los años abondonó las bandas, alternando según necesidades y gracias a su polivalencia, hasta convertirse en el auténtico jefe de la zaga culé.
Desde que saliese de su tierra rumbo a la capital, el sevillano, aunque criticado por muchos como
lateral, se hizo un fijo en el puesto desde muy joven tanto en el Real Madrid como en
la Selección, afianzándose así, como uno de los mejores del Mundo, hasta que poco a poco ha ido abandonando la banda -casi- definitivamente para convertirse en la referencia de la defensa blanca.
Curiosamente otro merengue hizo el camino contrario, y es
que Arbeloa despuntó en la cantera madridista y en el Deportivo de la Coruña como central, siendo
Rafa Benítez quien vió en su polivalencia un certero lateral con capacidad para
jugar en ambas bandas, le brindó la posibilidad de jugar en el Liverpool y su posterior
regreso a la casa blanca.
Otros que triunfan en una posición en principio desconocida
para ellos son los ahora laterales Jordi Alba y el colchonero Juanfran. El catalán que incluso
en la cantera blaugrana llegó a ejercer de mediocentro, debutó en Primera como
un hábil extremo, pero las necesidades del Valencia y la confianza de Emery en él, le llevaron al puesto de lateral desde donde despegó hacia la élite como
internacional primero y después con su retorno al equipo culé.
Igual que el zurdo, Juanfran se encontró con el puesto por las
circunstancias del equipo, primero como recurso de Manzano por las lesiones y
luego como un fijo para Simeone. Tras pasar toda su carrera tanto en la
cantera madridista como en el Espanyol y Osasuna, de extremo desequilibrante pasaría a “2” en plena madurez deportiva, desde allí a vestir la camiseta internacional y
hoy día, ser un fijo en las convocatorias de Del Bosque.
Mismo camino por cierto que siguen dos jóvenes promesas como
Bernat o Alberto Moreno, ambos también con la influencia de Emery en sus
carreras.
Hay muchos mas casos, unos de pequeñas variaciones que
convierte a un hábil extremo en un voraz delantero, hablo de Van Persie, o
el que al igual que a Pirlo llevó a Rivera de la delantera en la cantera
merengue a la medular, u otros mas grandes como el de Javi Guerra, que pasó de
lateral en la cantera perica a golear en Pucela, o Alberto Lora, de medio creativo a
lateral diestro.
Sin miedo a probar
algo nuevo, y es que como hemos visto, un cambio te puede llevar a lo más alto,
relanzar una carrera o hacer de ella algo prometedora, así, una vez más, es de nuevo el fútbol
quien nos demuestra lo impredecible y grande que es la vida. Y es que en ella, todo puede pasar. Nunca hay que cerrarse puertas, sólo abrir otras nuevas.
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