De casta le viene al galgo

Así se puede definir en el refranero español a Saúl Ñíguez, a la familia Ñíguez. El pequeño de tres hermanos que disfrutan del fútbol profesional. Y es que Jonathan y Aarón son el espejo donde el jugador del Atlético de Madrid ha ido reflejándose hasta conseguir uno de sus sueños, la Primera División. Pero no, ahí no finaliza la saga de la familia Ñíguez, ya que su padre, Vicente “Boria”, defendió la camiseta de Sabadell y Figueres, además del Elche como el mediano de sus chicos, allá por los años 80.

Saúl Ñíguez, un recién llegado que se ha convertido en unos de los jugadores más prometedores de nuestro fútbol. Las categorías inferiores de la selección ya han disfrutado de este mediocentro, desde la categoría U16 en 2009, hasta la U21 en la actualidad, donde es un fijo en los planes de Albert Celades como en su día lo fue de Julen Lopetegui.

El 21 de noviembre de 1994, pocos meses después de que Brasil se coronase Campeón del Mundo en tierras americanas, nacía en Elche un chico que 15 años más tarde comenzaba a entrenarse con el primer equipo del Atlético de Madrid, club que vio en el joven de los Ñíguez, talento y capacidades sobrenaturales. Con 17 años ya era titular en el centro del campo del filial del Manzanares e incluso le llegó la oportunidad de tener minutos en Europa, fue frente al Besiktas en la UEFA Europa League, entrando al terreno de juego en sustitución de Koke, de este modo, el ilicitano se convertiría en el jugador más joven en vestir la rojiblanca en Europa.

Meses más tarde, tras la dificultad de tener minutos en la élite con el equipo de su niñez, Saúl, Simeone y el propio club, decidieron que una cesión a Vallecas era lo más apropiado para que el centrocampista siguiera quemando etapas. Saúl llegaba al Rayo al poco de comenzar la pretemporada franjirroja y ya desde los primeros partidos, Paco Jémez depositó en él, una confianza ciega.

Físicamente es un jugador hecho (seguramente y por edad, mejorará)  potencia y fuerza son algunas de sus virtudes que explota en el medio del campo, Saúl puede considerarse como un ‘box to box’ en crecimiento. Centrocampista de llegadas continuas, descarado y con una capacidad de trabajo incansable. En categorías inferiores actuaba incluso como mediapunta y desde que aterrizó cedido en Vallecas, en ocasiones, ha llegado a ocupar la posición de central, tanto Paco Jémez como Julen Lopetegui decidieron apostar por el joven en la zaga, para muchos un parche debido a bajas y circunstancias, para otros, una nueva lección que no hizo otra cosa que mejorar al joven y hacerle desempeñar roles diferentes en su fútbol.

Si a su compromiso, trabajo y aptitudes, unimos a un jugador capaz de adoptar varias posiciones en el rectángulo de juego, estaremos ante uno de los futbolistas más completos e interesantes del panorama del balón.

Pierna izquierda potente que no se piensa el disparo cuando la ocasión lo merece. En ataque no duda en incorporarse por sorpresa y aprovechar su buen remate de cabeza, otra de sus virtudes. Técnicamente buen futbolista, no se complica en el pase, ya sea en corto o en desplazamientos largos y es un apoyo constante en la salida del cuero desde atrás. En este aspecto además, Paco Jémez es muy exigente, otro punto más donde Saúl salió reforzado de Vallecas.

Donde seguramente coincidan, tanto su ya ex técnico rayista como su homólogo en el Calderón, es en la intensidad con la que se afrontan los partidos, en este aspecto Saúl es un chico sobradamente preparado, humildad por bandera y trabajo constante, en más de un partido echándose a los suyos a la espalda y pareciendo estar omnipresente en el terreno de juego. Paco Jémez no se cansó de valorar su fútbol públicamente y la prensa que sigue la actualidad vallecana día a día, le reconoció como el mejor jugador de la temporada.

Camino largo a recorrer, no cabe duda lo intentará. Esfuerzo, compañerismo y muchas ganas de aprender. En medio rara vez comete errores graves y su físico en alguna jugada, le permite cuando es necesario, enmendar pequeños fallos.  A buen seguro poco a poco irá asumiendo más galones, madurando y mejorando partido tras partido, minuto tras minuto. Tiempo tiene y ganas le sobran. Cabeza en su sitio, en ocasiones impropias para un chico de su edad que acaba de llegar, aspecto importante este que le hará mucho bien.

 "Sé humilde, puesto que hasta el Sol con toda su grandeza, se pone y deja que brille la Luna"

El propio jugador en la red social twitter, escribe literalmente en su biografía la cita anterior. No sé qué pensarán ustedes, en mi opinión, le define a la perfección como futbolista y más que seguro, como persona.

Si nuestras cuentas son buenas, Saúl será un actor principal de nuestro fútbol, tanto a nivel de clubes como con la selección. No se cierra puertas y sólo piensa en buscar metas. De momento ya lo hizo en Vallecas, allí gustó, gustó mucho. Fue indiscutible ganándose su vuelta al club que siempre creyó en este portento que el fútbol nos regala. Juventud, fortaleza, calidad y una mentalidad, repito, impropias de un futbolista de su edad. Saúl Ñíguez, hacen bien en anotarlo.